Miyu Inamori realmente odia a su jefe, pero tiene que ir de viaje de negocios con él por razones obligatorias. Se detuvieron en una posada con aguas termales. Aquí, la falta de espacio obligó a los dos a vivir juntos. Miyu se sintió extremadamente incómoda pero tuvo que aceptarlo porque no sabía adónde ir. Su jefe cometió claros actos de acoso sexual. Al ver a Miyu lucir incómoda, entendió que ella tenía miedo de esto. Por eso se tomaron medidas más fuertes. Le dio a Miyu pastillas para dormir y luego.